El refrigerador puede absorber olores desagradables con el tiempo, pero existen métodos simples para mantenerlo fresco. Un truco efectivo es colocar un recipiente con bicarbonato de sodio en una esquina. Este absorbe los olores sin afectar los alimentos.
Otra opción es usar granos de café o carbón activado. Ambos neutralizan los malos olores y pueden colocarse en pequeños recipientes dentro del refrigerador.
Si el problema persiste, limpia las paredes y estantes con una mezcla de agua y vinagre blanco. Además de eliminar olores, desinfecta y deja un aroma fresco.
Evita almacenar alimentos sin tapar y revisa regularmente los productos para descartar aquellos en mal estado. Pequeñas acciones pueden hacer una gran diferencia en la higiene del refrigerador.