Las manchas de tinta pueden parecer imposibles de eliminar, pero hay soluciones efectivas. Un método es aplicar alcohol isopropílico sobre la mancha con un algodón y dejar actuar unos minutos antes de lavar la prenda como de costumbre.
Otra opción es usar leche caliente. Sumerge la parte manchada en un recipiente con leche tibia y déjala reposar por unas horas. Luego, enjuaga con agua fría y lava normalmente para eliminar cualquier residuo.
El bicarbonato de sodio también es útil. Mezcla con un poco de agua hasta formar una pasta y frótala suavemente sobre la mancha. Deja actuar unos minutos antes de enjuagar con agua tibia.
Si la tinta es reciente, colocar sal sobre la mancha y frotar con un paño húmedo puede ayudar a absorber el exceso antes de que se fije en la tela. Cuanto antes actúes, mejores serán los resultados.