Los espejos del baño suelen empañarse con el vapor de la ducha, dificultando su uso. Un truco efectivo es aplicar una pequeña cantidad de jabón líquido o champú en un paño seco y frotarlo sobre el espejo hasta que desaparezca la espuma. Esto crea una barrera que evita la condensación.
Otra opción es frotar el espejo con una papa cruda cortada por la mitad. El almidón que libera forma una película que impide que el vapor se adhiera. Luego, pasa un paño seco para eliminar los restos y disfrutar de un espejo sin empañarse.
El vinagre blanco también es útil. Mezcla una parte de vinagre con una parte de agua y limpia el espejo con esta solución. Además de prevenir el empañamiento, dejará el vidrio brillante y libre de manchas.
Por último, si buscas una solución duradera, puedes usar cera para autos. Aplica una capa fina sobre el espejo, deja secar unos minutos y luego pule con un paño limpio. Este método puede proteger el espejo durante varias semanas.